martes, 19 de abril de 2011

Donde Comienza La Historia

Hace años que mi hermana mayor y su marido fiel tienen colgada en su casa una señala indicando que "el hogar es donde comienza tu historia."  La idea proviene de una ternura suya que su tribu de cinco hijos fácilmente confirmaría.  Ellos ejemplifican el criar a seres envidiablemente rectos, queridos, confiados.  En su hogar, no hay día sin aventura imaginativa ni lección realista.  Cualquier crítica que experimente esta crianza idealista la vencen los Brown con las puertas abiertas al "come, convive, confirma y calla."

Ciertamente se han comenzado varias grandes historias en su hogar envidiablemente acogedor.  Pero, esto con que tanto éxito han realizado los Brown no es nada original suyo.  Desde el hogar, bello o tremendo que sea, surge cada una de nuestras historias.  Nadie puede negar los efectos de su origen, aunque muchos borraríamos toda memoria inconformista a nuestro ideal presente.  O bien caemos en la tentación de acudirnos a la memoria para no tener que vivir la asquerosa actualidad.  En ambos casos, confundimos el comenzar con el definir.

Algún día cercano, sufrirá mi hermana (seguro algo igual mi cuñado) por la continuación de la aventura.  En un abrir y cerrar de ojos, se demostrará su casa un simple punto de partida.  El anhelo a lo desconocido hará que quede pequeña.  Para entonces, su más duro e importante trabajo será evitar cortarles las alas a sus queridos.  Pues lo mismo hicieron por nosotros nuestros padres, que de otra terminaba nuestra historia en el quicio del comienzo.

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